- Rodriag Symington
- 26 mar
- 2 Min. de lectura
Ahora voy a reiterar aquellas prácticas de control de tráfico aéreo que considero inseguras y lo que se debería hacer al respecto.
1. Los principios de “ver y evitar” y “separación visual” aplicados a aeronaves de pasajeros. Estos principios son claramente inseguros y no deben utilizarse para mantener una separación segura entre aviones de pasajeros y el resto del tráfico en espacio aéreo controlado. Solo deben aplicarse entre aviones de pasajeros de día y con buena visibilidad, cuando no exista posibilidad de identificación errónea, por ejemplo, en el caso de aviones aterrizando uno tras otro o al aterrizar en pistas paralelas.
2. La práctica estadounidense de autorizar el aterrizaje de varias aeronaves a la espera de que la pista se encuentre libre. Esta práctica, exclusiva de EE. UU., no agiliza el tráfico, sino que permite al controlador desviar la atención en momentos críticos y ha provocado varios incidentes graves en aeropuertos estadounidenses. Una maniobra de motor y al aire en el último momento presenta un mayor riesgo y debe evitarse. Esta práctica es insegura y debe suspenderse.
3. Aproximaciones visuales nocturnas. Estas conllevan mayores riesgos que las diurnas, por lo que varias aerolíneas las prohíben. Esta práctica es insegura para las aerolíneas y debería restringirse a la aviación general o cuando la pista en uso no cuente con un sistema de aterrizaje por instrumentos. Naturalmente, esta prohibición reducirá la capacidad en algunos aeropuertos importantes, especialmente durante los meses de invierno en el hemisferio norte, pero es un sacrificio necesario en beneficio de la seguridad.
4. Autorizaciones de rodaje, que incluyen el permiso para ingresar o cruzar una pista sin detenerse. El riesgo de una autorización que incluye permiso para ingresar o cruzar una pista reside en que puede malinterpretarse o en que la tripulación pueda confundir una pista con otra o con una calle de rodaje, lo cual ocurre con cierta frecuencia. Una práctica más segura consiste en establecer que todas las aeronaves deben detenerse siempre antes de ingresar o cruzar una pista; en aeropuertos controlados, se requerirá una autorización positiva del controlador antes de proceder a entrar o cruzar una pista.
Por supuesto, no pretendo que estas prácticas arraigadas vayan a cambiar pronto, y mucho menos solo porque yo las considero inseguras. Un procedimiento adecuado sería que la NTSB las estudiara y formulara recomendaciones a la FAA. La FAA convocaría entonces un comité especial, que idealmente incluiría tanto a pilotos como a especialistas en control de tráfico aéreo, para considerar si se deben implementar cambios.